No escuchaste abeja,
mi poema a la flor. Había
una rosa en tu camino
Entre el alto
de un pájaro y l pestañeo
de mis ojos, ¡un árbol!
En la ardiente tarde
no logra
el sol calentar la sombra
A la madrugada
desperté sobresaltado
confundiendo los lentos pasos
del caballo
con latidos de mi corazón.
Hombre y mujer,
Simiente y sementera.
Niños…
Maravillosa frutación humana
Si vivos, palpitante caravana,
Y si muertos, ternura de la tierra.
Todo es sangre y amor, flor y manzana.
Sangre… y más sangre.
Huesos… y más huesos.
Troncos… y más troncos.
Hojas… y más hojas,
Se van acumulando lentamente
En el cuerpo telúrico
De matrices fecundas y plurales,
Y su yodo y su fósforo y sus sales,
Retejarán mañana
La túnica galana de la tierra
Con desiertos y bosques y trigales.
Pues todo se amontona y se amalgama,
Para formas las capas vegetales.
Cada árbol cortado.
Cada flor deshojada.
Cada muerto querido
Que confiamos al seno de la tierra,
Prolonga su latido
En el crisol de las transformaciones,
Y surge renacido
En nidada, en verdor o en aluviones.
En el misterio cósmico, se encierra
La clave inmensa de las concepciones.
¡ Sangre vívida y roja de corazón, de miembros y de venas!
Verde sangre en raíz, en tallo y hoja.
- Y sangre mineral de ninfas plenas,
que circula por ríos, fuentes, mares,
Y abandona la sed de las arenas.
Sangre de sangre en riesgos y avatares.
¡Todo es sangre y amor!
Cuando palpita
En el regazo dulce de la tierra,
Entrega su simiente
Como garfio tendido hacia la vida,
Y su mortal pavesa deposita
En la comba a sus plantas extendidas.
Y se doblan los tallos de la Muerte,
Para mullir el lecho de la Vida.
Hoy comemos los granos,
Y bebemos las aguas
Y gustamos las frutas
Formadas con los humus
De las generaciones que nos precedieron…
Pájaro, flor, racimos, ríos, fuentes,
Con restas y totales,
Productos y cocientes,
De las fuerzas vitales
Que en el ayer sumaron y restaron
Multiplicaron y se dividieron
En montañas, llanuras y arenales.
Y de los huesos nacen las espigas,
Y de la sangre brotan los panales.
Hombre, mujer o niño
Que vas mirando cuanto te rodea…
¿No percibes la idea del Cosmos, en el pulso de tus venas?
Eres hoy ser humano,
Mañana acaso seas
Paloma, flor, gusano,
Savia, polen, plumaje, fruta o nido,
O arroyuelo cantando en las arenas…
¡Todo es amor en vida transfundido!
¡Todo es sangre, en el cósmico latido!
"Limo y Estrellas"
Pubenza Restrepo de Hoyos
Recopilación de Lucía Hoyos Restrepo y Juan Carlos Vélez Escobar Medellín, Julio del 2000
Nota: Estos textos se publican por la gentileza de su nieta Victoria Hoyos de Mulford.