sábado, 16 de octubre de 2010
TALLER DE LUNA POR Saúl Aguirre
DEL LIBRO: EL VALLE DE ABURRA
UNO .
LA HUELLA DESCALZA
Nunca he salido de Antioquía;
no he estado en ninguna parte
de afuera de mi terruño;
cada semana hago un viaje
a los pueblos de mi tierra,
a respirar soledades;
soy un cantor campesino
enamorado del aires
puro y fresco, que se encuentra
en trochas y en andurriales.
Desde que escribo recuerdos
estoy cuidando paisajes;
cuando alzo los ojos viejos
y comienzo a persignarme
se me enredan las miradas
en las copas de los árboles;
cuando escribo en la mañana
o cuando sueño en la tarde,
en mis ramas se columpian,
como en el bosque, las aves;
como nieto de peones
tengo derecho a cantarles,
con devoción de labriego,
a las gentes de mi sangre,
porque cuando iba ala escuela
también me puse alpargates.
No se hallan en mis poemas
las pompas de idas edades,
ni las citas de cortesanas
con las usías reales,
ni hay señores de librea,
ni damas de honor, ni pajes.
Este es un libro del pueblo
escrito en tiendas rurales,
entre mineros humildes
y campesinos vulgares,
que me quieren y los quiero
y que cuando entran y salen
tratan de vos al poeta
y hasta le dicen compadre.
El Córdoba de Arenas Betancur
Rodrigo narra la historia
en el metal del recuerdo;
de sus manos campesinas,
de escultor y de labriego,
salió la estatua orgullosa
como tallada en el cielo;
es tan marcial su conjunto,
tan agresivo el esfuerzo,
que al coronar las alturas
se ponen firmes los vientos;
sobre el pedestal oscuro,
se levantan bronce regio
del inmortal Ayacucho,
sobre un caballo violento;
va montado sobre un grito;
se sus labios sale el trueno;
su voz de mando, rotunda,
que hizo pedazos los ecos,
fue el anuncio de victoria
para las armas del pueblo.
Saul Aguirre nace en Titiribi, Antioquia, en 1919.
Poeta, periodista, profesor.
Colaborador de varios periódicos y la revista Arco.
Obras:
"El cristo del páramo", plaqueta, 1947
"Las ceremonias de la muerte", Aguirre Editor, 1970.
"Vitral del tropico", 1974, Premio "Leon de Greiff"
martes, 5 de octubre de 2010
DESESPERANZA DE UNA MUERTE INÚTIL POR JESUS MARÍA PEÑA MARÍN
DESESPERANZA DE UNA MUERTE INÚTIL
Cuando la muerte al fin corroa mi talón de Aquiles
y mi cuerpo pase a posesionase del territorio de nadie
y mi sangre penetre por los poros de la tierra
y mi alma al igual que el cuerpo y que la sangre
también penetre por los poros de la tierra.
Cuando la muerte sea una verdad de a puño
y todo siga igual
y sólo haya bronca y fiera espera
y llego a morir así de muerte tranquila
sin mi sangre ardiendo de violencia tratando de expulsar
el odio
si inútil mi sangre sigue corriendo por las venas
y no mancha los caminos por donde an de pasar nuestros
guerreros
si inútiles mis pasos no dejan huella en el bullicio
si el canto y el grito siguen prohibidos
si el latido del metal no se escucha en las entrañas del
camino al horizonte
si definitivamente muero así de muerte
con la suave tranquilidad de quien no existe
entonces amor
no llorés
no me llorés amor no me llorés
ya no vale la pena
Cuando la muerte al fin corroa mi talón de Aquiles
y mi cuerpo pase a posesionase del territorio de nadie
y mi sangre penetre por los poros de la tierra
y mi alma al igual que el cuerpo y que la sangre
también penetre por los poros de la tierra.
Cuando la muerte sea una verdad de a puño
y todo siga igual
y sólo haya bronca y fiera espera
y llego a morir así de muerte tranquila
sin mi sangre ardiendo de violencia tratando de expulsar
el odio
si inútil mi sangre sigue corriendo por las venas
y no mancha los caminos por donde an de pasar nuestros
guerreros
si inútiles mis pasos no dejan huella en el bullicio
si el canto y el grito siguen prohibidos
si el latido del metal no se escucha en las entrañas del
camino al horizonte
si definitivamente muero así de muerte
con la suave tranquilidad de quien no existe
entonces amor
no llorés
no me llorés amor no me llorés
ya no vale la pena
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2010,
DEL LIBRO: AÚN NO LOGRAN SEMBRARME DE SILENCIO
martes, 14 de septiembre de 2010
Gatos por Darío Jaramillo Agudelo
Gatos
Darío Jaramillo Agudelo
Estados de la materia.
Los estados de la materia son cuatro:
líquidos, sólido, gaseoso y gato.
El gato es un estado especial de la materia,
si bien caben las dudas:
¿es materia esta voluptuosa contorsión?
¿no viene del cielo esta manera de dormir?
y este silencio, ¿acaso no procede de un lugar sin tiempo?
Cuando el espíritu juega hacer materia
entonces se convierte en gato.
Darío Jaramillo Agudelo
Poeta novelista ensayista.
Obra poética:
Historias 1974.
Tratado de retorica 1978.
Poemas de amor 1986.
Del ojo a la lengua 1995.
Cantar por cantar 2001.
Gatos 2005.
Cuadernos de música.
Darío Jaramillo Agudelo
Estados de la materia.
Los estados de la materia son cuatro:
líquidos, sólido, gaseoso y gato.
El gato es un estado especial de la materia,
si bien caben las dudas:
¿es materia esta voluptuosa contorsión?
¿no viene del cielo esta manera de dormir?
y este silencio, ¿acaso no procede de un lugar sin tiempo?
Cuando el espíritu juega hacer materia
entonces se convierte en gato.
Darío Jaramillo Agudelo
Poeta novelista ensayista.
Obra poética:
Historias 1974.
Tratado de retorica 1978.
Poemas de amor 1986.
Del ojo a la lengua 1995.
Cantar por cantar 2001.
Gatos 2005.
Cuadernos de música.
jueves, 9 de septiembre de 2010
Del poemario Pincel de Hierba por Óscar J. Gonzáles
Pincel de hierba
Nombre de una escritura que no se escribe. Nombrar el instante y su revelación. Lo lleno y vacío. Éxtasis y trance. Imagen y signo. Prueba experiencia y laberinto. Mirada que se ensaya en una temperatura insostenible. Calcinación e inmolación ante lo que se descubre y se cubre. Tiempo y memoria, reflexión y pensamiento: polen. Desembocadura y huella. Excrecencia. Clave y clavícula: rostro y máscara. Tanka, haikú, imaginismo, rubaiyyat, campo magnético: expiación de lo sutil. Se escribe para encontrar el oasis y perder la península. Ley y canon. Amapola y memoria: conclusión cabalística. Seña y señal, indicio e indicación al viajero. Sombra y claridad. Extensión de lo breve. Lo uno en lo otro: la analogía. Exorcismo. Copia, imitación y repetición: olvido y muerte. Adagia y voces. Tradición de la letra misma. La palabra es la morada del ser. Contemplación y visión: hundirse en la superficie. Inexplicable es lo que no está dicho. Intersticio y mediación. Medida de lo visible. Eso es lo que se quiere: medir lo visible por lo invisible. A cada uno lo suyo.
Óscar Jairo Gonzáles H.
IX
Sala de prostíbulo:
Luz lila
De la Infancia.
XXV
Estoy en la parte oscura
Morir de culpa:
Vencer es no pertenecerme.
XXXIX
En el camino desierto
Una palabra:
El pájaro de la soledad canta.
XLVI
Una mariposa atraviesa la infancia
La soledad del infinito:
Es la noche.
lunes, 16 de agosto de 2010
Mi Antioquia de German Isaza Gómez
Mi Antioquia
Por: Germán Isaza Gómez (K. Margo)
Yo vengo de una estirpe de heráldica blasones
enhiesta en el coraje, alegre en sus canciones
firme en la fé cristiana, de su doctrina en pos;
solares de una raza, de intrepidez altiva,
que desafía hasta al diablo que juega hasta la vida
y solo se arrodilla ante su madre y Dios.
Yo vengo de esa madre nutricia y abnegada
que canta entre los nácares y espumas de cascada
y en el acento diáfano del remanso sutil;
esa madre es Antioquia, radiante de belleza
amante del peligro, el amor, la tristeza
y alienta entre los cálices sonrientes del pensil.
Y vengo de está Antioquia de coplas y cantares
de afluvios montañeros, de todoas de palmaresd
de aroma de albahacas y eneldos y azahar;
la tierra del bambuco, pasillos y guavinas
la tierra del coraje…… la Antioquia de las minas
el suelo donde tengo mis eras y mi hogar.
Y vengo de esa Antioquia de abuelos linajudos
cuyos escapularios llevaban como escudos
y su machete el cinto como espada triunfal;
un Si de los abuelos, aún Si con amargura
era la más sagrada respetada escritura
de todas cuantas puedan llegar al notarial.
Y todo tradiciones y olor a mejorana
la Antioquia de Epifanio, mi Antioquia soberana
que es símbolo, es donaire y es gracia y emoción;
sus fuentes sus cascadas, sus lomas, sus barbechos
las cruces caprichosas que forman los helechos
y el surco perfumado que deja el azadón.
Yo vengo de esa Antioquia de arrestos y jayanes
que en lucha temeraria de intrépidos titanes
domaron selva virgen en azarosa lid.
pelearon con las fieras, domaron la manigua
corría por sus venas ardor de sangre antigua
del altanero cruce del indio con el Cid.
La papa, la arracacha, la col y los yucales
la espiga y la mazorca que brota en los maizales
la verde enredadera con vainas de frisol;
la malva y la borraja que crece en los senderos
el rojo y esmeralda que luce el sietecueros
y tiembla cual luceros cuando los besa el sol.
Venimos de otros hombres… austeros, linajudos
de corazones nobles… el lema en su escudo
era expresión compendio de machos… la razón;
varones de aguileña nariz y mente sana
camisa como nieve y el canto de la ruana
terciada con donaire, con aires de pendón.
La raza de Gregorio, la quema, la cogienda
el torso arisco y ágil, el potro de la hacienda
la Antioquia agreste y dura, de del trapiche y la miel,
la Antioquia del arriero, retrancas y mulera
el táparo, la yesca, la piedra y la barbera
metida en los bolsillos secretos del carriel.
La huerta, los naranjos, la casa campesina
trepada en la montaña cual nido en una encina
la vacas y terneros bramando en el corral;
el monte milenario… la albura de la peña
el jugo de los besos que vierte mi trigueña
cual miel almibarada chupada del panal.
Y vengo de esa Antioquia tenaz y religiosa
austera en sus principios, severa y cariñosa
de cármenes y espigas, de gesta en plenitud;
de todas, para mi alma la más hermosa tierra
la tierra de Cosiaca, Marañas y Juan Vera
gallarda en su opulencia avara en su virtud.
Yo vengo de esa estirpe de patriarcales gentes
la Antioquia, la del túnel, de industrias, de Gerentes,
La Antioquia poderosa… Antioquia la sin par;
Mi Antioquia soberana, Antioquia la sin par;
y como el mar no pudo venir a la Montaña
Y aunque muchos creyeron que era antioqueña la caña
Antioquia fué a besarse con su hijo el claro ma
Por: Germán Isaza Gómez (K. Margo)
Yo vengo de una estirpe de heráldica blasones
enhiesta en el coraje, alegre en sus canciones
firme en la fé cristiana, de su doctrina en pos;
solares de una raza, de intrepidez altiva,
que desafía hasta al diablo que juega hasta la vida
y solo se arrodilla ante su madre y Dios.
Yo vengo de esa madre nutricia y abnegada
que canta entre los nácares y espumas de cascada
y en el acento diáfano del remanso sutil;
esa madre es Antioquia, radiante de belleza
amante del peligro, el amor, la tristeza
y alienta entre los cálices sonrientes del pensil.
Y vengo de está Antioquia de coplas y cantares
de afluvios montañeros, de todoas de palmaresd
de aroma de albahacas y eneldos y azahar;
la tierra del bambuco, pasillos y guavinas
la tierra del coraje…… la Antioquia de las minas
el suelo donde tengo mis eras y mi hogar.
Y vengo de esa Antioquia de abuelos linajudos
cuyos escapularios llevaban como escudos
y su machete el cinto como espada triunfal;
un Si de los abuelos, aún Si con amargura
era la más sagrada respetada escritura
de todas cuantas puedan llegar al notarial.
Y todo tradiciones y olor a mejorana
la Antioquia de Epifanio, mi Antioquia soberana
que es símbolo, es donaire y es gracia y emoción;
sus fuentes sus cascadas, sus lomas, sus barbechos
las cruces caprichosas que forman los helechos
y el surco perfumado que deja el azadón.
Yo vengo de esa Antioquia de arrestos y jayanes
que en lucha temeraria de intrépidos titanes
domaron selva virgen en azarosa lid.
pelearon con las fieras, domaron la manigua
corría por sus venas ardor de sangre antigua
del altanero cruce del indio con el Cid.
La papa, la arracacha, la col y los yucales
la espiga y la mazorca que brota en los maizales
la verde enredadera con vainas de frisol;
la malva y la borraja que crece en los senderos
el rojo y esmeralda que luce el sietecueros
y tiembla cual luceros cuando los besa el sol.
Venimos de otros hombres… austeros, linajudos
de corazones nobles… el lema en su escudo
era expresión compendio de machos… la razón;
varones de aguileña nariz y mente sana
camisa como nieve y el canto de la ruana
terciada con donaire, con aires de pendón.
La raza de Gregorio, la quema, la cogienda
el torso arisco y ágil, el potro de la hacienda
la Antioquia agreste y dura, de del trapiche y la miel,
la Antioquia del arriero, retrancas y mulera
el táparo, la yesca, la piedra y la barbera
metida en los bolsillos secretos del carriel.
La huerta, los naranjos, la casa campesina
trepada en la montaña cual nido en una encina
la vacas y terneros bramando en el corral;
el monte milenario… la albura de la peña
el jugo de los besos que vierte mi trigueña
cual miel almibarada chupada del panal.
Y vengo de esa Antioquia tenaz y religiosa
austera en sus principios, severa y cariñosa
de cármenes y espigas, de gesta en plenitud;
de todas, para mi alma la más hermosa tierra
la tierra de Cosiaca, Marañas y Juan Vera
gallarda en su opulencia avara en su virtud.
Yo vengo de esa estirpe de patriarcales gentes
la Antioquia, la del túnel, de industrias, de Gerentes,
La Antioquia poderosa… Antioquia la sin par;
Mi Antioquia soberana, Antioquia la sin par;
y como el mar no pudo venir a la Montaña
Y aunque muchos creyeron que era antioqueña la caña
Antioquia fué a besarse con su hijo el claro ma
jueves, 24 de junio de 2010
miércoles, 9 de junio de 2010
ERAN LAS TRES DE LA TARDE LAS TRES
De Heli Ramirez Goméz
Junto a la iglesia vivía una familia de un cucho que era tombo
Y en un atraco que hicieron en el banco
Donde el camellaba cuidando billetes
Hubo bronca y lo quebraron en el candeleo que hubo
Se las quiso tirar de bravo y lo pusieron
y lo pusieron a llevar del bulto
Le dieron en la cabeza como en cine
En la gallada se sintió una especie de descanso
cuando sucedió lo del cucho ese
Algunos llegaron a decir:
“-…creyó que éramos nosotros
esos sí le dieron…”-
Dejó una pelada morenita de unos catorce años
motilada cortico
con unas piernas morenitas lisitas
con unos senos… que pelada era…
La gallada la veía pasar por la esquian
y cuando el cucho ese estaba vivo
sólo se contentaban con exclamar entre sí:
“…uy que vola..”
ni siquiera se atrevían a vasilarla
por miedo al cucho ese y tombo y tal…
Milin esclamaba en la cumbre de su trava:
“..uy hermano esa es una chimba…”
Sentía ella sentía ella que era gustadora
pero a los muchachos del barrio a la gallada
los despreciaba ella
A los mas gallinazos que se arrimaban
les decía ella que el hombre para ella
no era como nosotros los del barrio
que el hombre de ella era de gente bien
Esa dizque era la carreta de siempre
Según comentaban el zarco y el zardino los únicos a
Los que ella medio les aceptaba charla
Eran las tres de la tarde las tres
cuando le dio el arrebato de hacerle
el rebolion a la pelada morenita esa hija del tombo ese finado ya
A mí esa pelada ni me iba ni me venía
Cuando amanecía con ganas de alguna pelada la
Mirada de cuando en vez pero fuera de ahí nada
Me gustaba como mujer pero no me caía bien
Sólo porque era hija de un tombo
(…Qué caso sabe cómo es: el cucho del cucho
Fue tombo un tiempo en su pueblo
Dos tios también fuerón tombos
Un hermano mio es tombo…)
Y no me caen bien los tombos no me caen bien
La gallada la condeno acostarse con la gallada
Al mismo tiempo condenaron al zardino a la humillación
(para la cobardía de él era un placer)
de picarle arrastre por ser él el único
del que ella aceptaba carreta en forma
y hasta salian a dar vueltas
Lo obligaron a que lo sacara a caminar
Por los lados de lacancha
Milin fue el que les metió la idea en la cabeza
El gago por hacerse más llave de milin fue el primero en apoyarlo
Y porque era la única forma de tocar a una pelada su cuerpo
Luego el apoyo del tuzo y con el apoyo del tuzo el resto de la gallada
El zarco callado se hacia el bobo
lo miré
y entendí por qué a diferencia de otras ocaciones
no se unía a ellos
En ese entonces vivía tragado de esa pelada
Y pensaba dizque conseguiré un camello
Y volverse juiciosp `ra casarse con esa pelada
Pero el zarco es como todos las famosso braveros de galladas
Que no son más que gallinas con plumaje de gallo
Queriendo a esa pelada y sabiendo lo que le iban a hacer
No fue capaz de responder por ella y defenderla
Travadisimos estábamos….
El viento parecía hojas de cañausal
Cortando la piel
Milin como siempre en cosas de sexo llevando la voz
De un momento a otro milin
pescó al zardino
por la camisa y le dijo:
-"Te vas por ella
la sacas con un paro cualquiera
la llevas a la heladería
la calentás con roncito y abejorreo
después la llevas a caminar
por los lados de la cancha
allá les caemos nosotros
si no lo haces te enciendo a fierrazos
y cuelgo tus tripas en el café..."-
Detras del zardino salieron
el tuzo la bruja el negro y el gago
a vigilar el cumplimiento de la orden dada por milin
y a través de milin la gallada
Cuando iban llegando a la cancha
veía temblar las manos del zardino acariciándole los sentidos a la pelada esa
Como en una sinta de las que presentan en guayaco
saltó milin y la gallada sobre ellos
el zardino salió marcando ochenta
la pelada no dio mas de un grito
las manos del negro le taparón la boca
En el suelo abierta de pies y manos
repitió la misma escena de otras peladas
la misma escena: semen rodando
gemidos no de placer sino de dolor
sangre sudor
ojos salidos y brillantes
y pasa un jet y apalsta los quejidos
Luego la quietud de la pelada
la sangre sonriente por su vulva sonriente para afuera en chorros
Odiando y con asco contempló a la gallada desde cierta distancia
Pienso entre mi: si ese cucho hubiera estado vivo
no habian sido capaces de hacer eso a la pelada
pero como no estaba vivo
pero como estaba durmiendo para adentro...
En donde era esa cueva hoy es una tienda.
jueves, 29 de abril de 2010
Condor de los Andes
EL CONDOR Y EL PICAFLOR (COLIBRI) Un día se reunió la plana mayor de los pájaros en una pradera. Todos estaban presentes: el cernícalo, el halcón, el búho, el cóndor y el gavilán. El cóndor les contó a los demás que había hecho un viaje grandioso, el más largo y alto, y había llegado lejísimos, hasta las puertas mismas del mundo superior. Entonces apareció volando el picaflor y le dijo: -Eso es cierto, hermano cóndor, pero yo he entrado por las puertas hasta el trono de Dios, que está en el centro del hanaq pacha. Entonces el cóndor y el picaflor apostaron, poniendo a los demás pájaros de testigos, que cada uno era capaz de volar al centro del hanaq pacha. Llegó el día que debía celebrarse la competencia y sólo apareció el cóndor. Todos los pájaros se habían reunido para presenciarla y estuvieron allí esperando, pero el picaflor no se veía en ningún lado. Los pájaros le dijeron al cóndor que “una apuesta es una apuesta” y que, aunque fuera sólo, debía intentar volar hasta el centro del hanaq pacha. El cóndor batió sus enormes alas y se elevó hasta llegar al límite del hanaq pacha. Cuando se detuvo allí para descansar, salió el picaflor de entre sus alas y voló hasta el mismo trono de Dios. .En esta foto: Comunità Pachamama (fotos), Arnaldo Quispe
RafaelSaenz1910
Rafael Saenz, La huida, sin fechar (1948-53) öleos sobre tela; 265 * 183,5 cm.,Colección Museo de Antioquia
Etiquetas:
www.orbiarte.com/articulo.php?id_articulo=63
sábado, 24 de abril de 2010
miércoles, 21 de abril de 2010
domingo, 18 de abril de 2010
lunes, 5 de abril de 2010
domingo, 4 de abril de 2010
A LOS POETAS SE LES PIERDE LAS PALABRAS
A los poetas se les pierden las palabras
Se les pierden los pasos
En la carrera de la vida
Pero entre líneas es posible adivinarles
El rostro perdido
El rostro de ciegos
El rostro del paraíso.
Se les pierde el sentido a los poetas
Entre el pecho jadeante
de los amantes
Entre el resuello de los vivos
Y el murmullo de los muertos
Los poetas pierden siempre el corazón
Entre las palabras se les pierde la vida.
a Lorenzo García Vega.
Tomado de:La vida a la carta Raúl Henao ediciones festival internacional de poesía en medellín 12 de junio de 1998.
Se les pierden los pasos
En la carrera de la vida
Pero entre líneas es posible adivinarles
El rostro perdido
El rostro de ciegos
El rostro del paraíso.
Se les pierde el sentido a los poetas
Entre el pecho jadeante
de los amantes
Entre el resuello de los vivos
Y el murmullo de los muertos
Los poetas pierden siempre el corazón
Entre las palabras se les pierde la vida.
a Lorenzo García Vega.
Tomado de:La vida a la carta Raúl Henao ediciones festival internacional de poesía en medellín 12 de junio de 1998.
miércoles, 27 de enero de 2010
LEON DE GRIFF
NOCTURNO Nº 6 – EN DO MAYOR.
Busco un asilo en la noche dorada
para esconder el único tesoro.
Hundo los ojos duros entre la densa noche
Con la avidez del que persigue el oro vivaz en las arenas fugitivas.
En la noche dorada la mirada
Sólo encuentra el tesoro de la noche de oro.
Busco esconder tesoro diminuto: - y en medio
de tesoros sin límites ni nombre!
Busco un asilo en la noche tenébrea
para esconder imponderable brizna.
Los duros ojo hundo en la noche profunda
Con el temblor del niño que se extravió en la torva selva
En la noche nefanda la mirada
Sólo encuentra el tesoro de la noche enlutada.
Busco esconder un átomo fugaz, en el caótico
Vórtice de la noche latebrante.
Para esconder mis sueños
Busco un asilo en tu regazo, oh Noche!
Clavo mis ojos rígidos en la noche morena,
Que con brazos morenos a mis sueños se enlaza temblorosa.
En la noche morena se clavó mi deseo!
En la noche morena, morena y tumoltosa, en la noche de oro!
Logre, logré esconder mi brizna fugitiva, diminuto tesoro
-no alienable y en el sueño insaciado!
Y en medio de la noche de la noche
Dorada!
Medellín, Diciembre, 1928.
domingo, 24 de enero de 2010
CIRO MENDÍA
MI SOMBRA Y YO
Nadie a mi lado va, nadie a mi vera,
cerca a mi corazón ya nadie vive,
soy el vecino vándalo proclive,
el que a perdido el carro y la carrera.
El huésped olvidado, y de contera
el que plasmé y amé no me recibe;
ninguno llama aquí, nadie me escribe,
¡me ha cogido la noche tintorera!.
Juntos la sombra y yo sobre la arena
vamos, luciendo la común cadena.
pues no podemos dar ni pie con bola.
Mas ella está mejor que este su amigo,
porque mi vida se quedo muy sola
desde que el alma se enfado conmigo.
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