jueves, 9 de septiembre de 2010

Del poemario Pincel de Hierba por Óscar J. Gonzáles







Pincel de hierba

Nombre de una escritura que no se escribe. Nombrar el instante y su revelación. Lo lleno y vacío. Éxtasis y trance. Imagen y signo. Prueba experiencia y laberinto. Mirada que se ensaya en una temperatura insostenible. Calcinación e inmolación ante lo que se descubre y se cubre. Tiempo y memoria, reflexión y pensamiento: polen. Desembocadura y huella. Excrecencia. Clave y clavícula: rostro y máscara. Tanka, haikú, imaginismo, rubaiyyat, campo magnético: expiación de lo sutil. Se escribe para encontrar el oasis y perder la península. Ley y canon. Amapola y memoria: conclusión cabalística. Seña y señal, indicio e indicación al viajero. Sombra y claridad. Extensión de lo breve. Lo uno en lo otro: la analogía. Exorcismo. Copia, imitación y repetición: olvido y muerte. Adagia y voces. Tradición de la letra misma. La palabra es la morada del ser. Contemplación y visión: hundirse en la superficie. Inexplicable es lo que no está dicho. Intersticio y mediación. Medida de lo visible. Eso es lo que se quiere: medir lo visible por lo invisible. A cada uno lo suyo.

Óscar Jairo Gonzáles H.


IX

Sala de prostíbulo:
Luz lila
De la Infancia.


XXV

Estoy en la parte oscura
Morir de culpa:
Vencer es no pertenecerme.

XXXIX

En el camino desierto
Una palabra:
El pájaro de la soledad canta.

XLVI

Una mariposa atraviesa la infancia
La soledad del infinito:
Es la noche.

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