Rudos hombres hicieron estos pueblos.
Barbados como osos vinieron desde el Norte,
las manos gigantescas de dedos retorcidos,
el vello ls llegaba al borde de la uñas.
Uribes, Jaramillos, Estradas y Trujillos
-pantalones de manta y muleras de hilo-
el pie desnudo para besar la tierra,
sacaron patios limpios de la espesa maraña,
cuadros de las haciendas, las aldeas,
las ciudades cargadas de mugidos de ganados y fieras.
El árbol colombiano, la palma d la cera
de su celest majestad prestaba
su servicial bellza entr los hombres.
Guaduales vrdes-niño en la hondonada
ponían el paisaje apariciones
y la infancia agreste de los pueblos
solo fue una aparición de la arriería.
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