miércoles, 5 de diciembre de 2012



ASTRONOMIA




En ciertas noches limpias

cuando con amor te sumerjas

en los abismos del Sueño

verás un arquero tensando su arco en llamas

hacia la constelación del cisne

que despliega sus alas

sin que nadie sospeche el rumbo

de la imaginación de su magia



y verás sobre el cielo negro y azul

una mujer con piel de soles

que de su tinaja de diamantes hace fluir un rio blanco



Escucha

aún respira el tiempo

lunes, 5 de noviembre de 2012

Pagina de poesia



XII




A esta hora

aproximada ya la vuelta de la clepsidra,

la muerte acecha estos lugares.



Alguien a quien he sabido amar me dice:

- Algo camina por el aire,

debajo de las mesas.

Reclama su sueldo en venas rotas, pieles crispadas,

cercos de metal.

También afuera, los ausentes de la música que

ahora nos invade

con un crepitar de olas y albatros,

esperan un temblor en nuestras voces,

y harán contraer nuestros labios con sus ojos de plomo.

Y yo siento cómo,

de las casas distantes,

se deslizan suavemente hacia las calles desoladas

frases escapadas de los sueños

Al chillido de los grillos nocturnos

se mezcla ese triste murmullo.



- Pero nuestro absurdo amor subsistirá – me dice-

en la arriesgada piel de nuestros cantos



Afuera esperan aún la noche

y su quietud ficticia.


Gabriel Jaime Franco (Medellin,1956)

" A mi manera de entender. Gabriel Jaime Franco es uno, si no el más logrado de los poetas nacidos en la decada de los cincuentas." Juan Manuel Roca

lunes, 23 de abril de 2012

María Rubiela Ochoa


El indigente





Amiga soy del mendigo,

del pordiosero, del basurero,

del andante, del ignorante

del indigente que vive

como un can entre la mugre

y que va de alero en alero

buscando en el basurero

los desperdicios, las sobras,

para calmar la fatiga

del hambre que los agobia

hasta perder la razón

y es tal la desazón por conseguir el sustento,

que son cual los gallinazos

que con su pico hacen pedazos

cualquier bicho o desperdicio;

mejor dicho este es su oficio,

con que calman la fatiga

del hambre que los agobia.



Y que el mismo Dios lo diga

si digo yo la verdad;

los he visto de madrugada

cuando sale la alborada

desfilar por la barriada,

cadavéricos, harapientos

con su cara marginal y a su espalda su costal;

Son ellos madrugadores….

Pues ya dio el reloj la hora, la hora de trabajar;

ellos logran la mañana

pues no pueden ya dormir

porque tienen que competir

con su trabajo rutinario

para conseguir a diario

algo para sobrevivir

y empiezan pues ya a abrir las bolsas de la basura

y con sus manos mugrientas

y sus bocas ya sedientas

comienzan a saborear y luego a masticar lo que

para ellos es un manjar…

Las sobras de la basura!

Y así van cual caminantes por todita la ciudad,

caminando sin parar

igual que el judío errante;

hasta que caiga la noche

y el cansancio los domina

entonces ahí se inclinan

en cualquier andamio o acera

y ponen de cabecera y de almohada su costal.


lunes, 12 de marzo de 2012


EL TRANSEÚNTE

Todas las calles que conozco
son un largo monólogo mío,
llenas de gentes como árboles
batidos por oscuras batahola.
O si florece en los balcones
y siembra su calor en polvo movedizo,
las gentes que hallo son simples piedras
que no sé porque me miran hostiles
-como si yo fuera enemigo de todos-
no puedo descubrir una conciencia libre,
de criminal o de artista,
pero sé que todos luchan solos
por lo que buscan todos juntos.
Son un largo gemido
todas las calles que conozco.

jueves, 9 de febrero de 2012

miércoles, 4 de enero de 2012

CARAMBA (Epifanio Mejía)

 CARAMBA (Epifanio Mejía)

Del genial poeta yarumaleño, autor de la letra del himno de Antioquia, traemos a colación estos festivos versos que le escribiera a Juan José Botero, su poeta y amigo, sobre la interjección "caramba" tan usada por los paisas.


¡Caramba!


Hombre, Juan José Botero,

Hombre, caramba, caray,

Casi me turpializaste

Con tu modo de cantar!



¡hombre, caramba, caramba,

Hombre, caramba, caray,

De tu en jaulado romance

¡por poco vuelo turpial!



¡Cinco carambas! ¡Caramba!

Siete carambas van ya.

¡Caramba! Pues sí, ¡caramba!

No más caramba, caray!