COTIDIANIDAD
Ser la misma imagen
a diario desfigurada en el espejo
Contar las horas que son las mismas
y mañana regresarán a su lugar
Porque en el reloj del universo
todo es circulo
Esta arena que piso
El crepúsculo viajando al no ser
Las infinitas precensias que me habitan
Volverán...
Caminar las mismas calles
Igual la arboleda
Semejantes las sombras de todas las noches del mundo
La historia ya ha sido contada
Todos los dias seguiran siendo hoy.
miércoles, 27 de marzo de 2013
martes, 5 de marzo de 2013
Un hombre que….
Deseo un hombre que siempre
este dando amor
y que con humildad lo espere.
Un hombre que no se sorprenda,
del amor que le doy, que lo tome como estandarte
y que lo sepa merecido.
Un hombre que disfrute con paciencia
mis tribulaciones, mis pensamientos de tristeza,
que descifre en ellos solo mi miedo a perderlo.
Que no se calle palabras de amor,
por miedo al compromiso,
y que escuche mil veces las mías,
sabiendo que estoy pidiendo con veces las suyas.
Un hombre con tanta inocencia,
Que sepa que el amor que le doy no lo obliga.
Un hombre que pueda llorar con confianza en mi regazo
Teniendo la seguridad de que es amado y comprendido.
Sandra Muñoz Robledo
HELIOS
Las hojas acariciadas por el viento verde
deja pasar la luz del rey.
Se mecen, esperan que el tiempo
se lleve la luz y poder dormir.
En el día cierran sus ojos,
para apaciguar la vida
y tener fuerzas para tocar las estrellas.
Helios no seduce,
Se lleva el aroma y atrae la sombra,
cambia el paisaje
suaviza el horizonte con engaño
de eternidad.
13 de septiembre 2012
Luisa Fernanda Vanegas S.
Tomado de: Periódico ciudad rural Enero de 2013 No. 119
Deseo un hombre que siempre
este dando amor
y que con humildad lo espere.
Un hombre que no se sorprenda,
del amor que le doy, que lo tome como estandarte
y que lo sepa merecido.
Un hombre que disfrute con paciencia
mis tribulaciones, mis pensamientos de tristeza,
que descifre en ellos solo mi miedo a perderlo.
Que no se calle palabras de amor,
por miedo al compromiso,
y que escuche mil veces las mías,
sabiendo que estoy pidiendo con veces las suyas.
Un hombre con tanta inocencia,
Que sepa que el amor que le doy no lo obliga.
Un hombre que pueda llorar con confianza en mi regazo
Teniendo la seguridad de que es amado y comprendido.
Sandra Muñoz Robledo
HELIOS
Las hojas acariciadas por el viento verde
deja pasar la luz del rey.
Se mecen, esperan que el tiempo
se lleve la luz y poder dormir.
En el día cierran sus ojos,
para apaciguar la vida
y tener fuerzas para tocar las estrellas.
Helios no seduce,
Se lleva el aroma y atrae la sombra,
cambia el paisaje
suaviza el horizonte con engaño
de eternidad.
13 de septiembre 2012
Luisa Fernanda Vanegas S.
Tomado de: Periódico ciudad rural Enero de 2013 No. 119
Etiquetas:
Periodico Rural Enero de 2013.
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